Fernand0 propone un curioso escenario:
si tuvieran ustedes que renunciar al correo electrónico (incluyendo mensajería instantánea, SMSs, correo web, …) o renunciar al uso de la web, ¿qué harían?
Pues bien, no entiendo la situación. Da la impresión de que con correo electrónico se habla de cualquier forma de comunicación entre dos usuarios (incluso incluye los SMS, que no tienen nada que ver con internet). Pero, ¿qué se quiere decir con la web? Imaginen que desaparece las formas de comunicación, ¿qué me impediría replicarlas de inmediato en la propia web? Piensen en GMail. Es «correo web», así que está explícitamente prohibido. Está prohibido por «correo», como su propio nombre indica. Pero también se llama «web». ¿Por qué no se le permite por eso? ¿O es que el correo web no es web y correo a la vez? Ahora piensen en la gran cantidad de sitios web que permiten el envío de mensajes entre sus usuarios. ¿Lo eliminamos también?
Y desde mi punto de vista, ése es el principal problema del planteamiento. Da por supuesto que ambos fenómenos se pueden separar. Asume una web sin interacción, que sea simplemente un conjunto de páginas estáticas, porque en cuanto admites interacción puede replicar la comunicación. Es decir, una web de hace diez años o incluso más. Hoy, todo internet está tan imbricado que al intentar separar el conjunto en dos lo más probable es que se nos mueran ambas partes. ¿Prefieres un coche sin acelerador o sin frenos? ¿Prefieres vivir sin corazón o sin pulmones?
Preguntas que se pueden plantear, pero que en realidad no tienen sentido.