Generador de sellos oficiales
Quizá nunca se te haya ocurrido la idea de tener un sello oficial. Pero claro, eso es porque no conocías Official Seal Generator. Metes algunos detalles, eliges algunos colores y listo:
(vía Problogger)
Quizá nunca se te haya ocurrido la idea de tener un sello oficial. Pero claro, eso es porque no conocías Official Seal Generator. Metes algunos detalles, eliges algunos colores y listo:
(vía Problogger)
Una panorámica impresionante, la verdad. Un día de estos voy a tener que ir a verlos en persona.
(vía Reddit.com)
Conan O’Brien presentó la ceremonia de los premios Emmy. Posiblemente no te importe nada quién ganase o dejase de ganar (a mí no, por ejemplo), pero si te gusta la tele (series como House, Perdidos o 24), la introducción de la ceremonia seguro que te hará reír.
Y qué casualidad, aquí está:
(vía Reddit.com)
El comienzo de septiembre es una de mis épocas preferidas del año. Incluso un poco más que Navidad (y eso que en Navidad hay regalos). La razón es simple: me divierto mucho viendo los nuevos coleccionables en el quiosco. Siempre consiguen sorprenderme y, en ocasiones, incluso superar el nivel de surrealismo o absurdo del año anterior.
Este año ya han caído tres. He comprado uno llamado Bichos por la simple razón de que traía un escorpión. Un escorpión dorado por un euro me pareció una ganga. Y la verdad, se ha hecho a la casa de inmediato. Escorpión incluso está pensando en unirse a la Liga de los Cefalópodos (Pitón ya es miembro. Y es posible que Calavera se una pronto).
También he comprado el primero de Sabiduría Oriental, que traía un libro de Alan Watts, El camino del zen. El libro ya lo he leído, pero por tres euros me pareció más ganga todavía. Alan Watts es uno de esos autores que me resultan muy entretenidos, que escribía como si estuviese charlando contigo (es más, yo he alcanzado varias veces la iluminación leyendo a Alan Watts). Por lo demás, la colección parecen ser todos esos libros que cualquier aficionado a la filosofía oriental tiene en su biblioteca.
Mi premio al coleccionable cariñosamente demencial se lo lleva por el momento uno llamado Damas de época. Son muñecas, y la primera era la muñeca de madame Bovary (el anuncio de la tele es genial: al saber de la publicación de la colección y la aparición de la muñeca de madame Bovary, una señora le pregunta a otra: «¿Te gustó más el libro o la película?»). Díganme, por tres euros, ¿quién se resiste a una muñeca de madame Bovary? Es más, prometen también Jane Eyre y Ana Karenina. Vamos, que voy a tener que estar atento al quiosco para pillar esas también.
Por cierto, madame Bovary ha hecho buenas migas con Cefalópodo. Incluso me da la impresión de que están liados:
Aquí tienen otra tierna imagen. Cefalópodo dedicándole un recital de piano a cuatro manos.
Un momento, ¿Cefalópodo está sentado en la caja de N93? Me parece a mí que la cosa se va a liar.