The Corruptible
Según la Electronic Frontier Foundation, el futuro es de The Corruptibles, cuando la industria del entretenimiento consiga los superpoderes legales que está buscando. Y como dicen que el poder corrompe…
(vía Boing Boing)
—–
Según la Electronic Frontier Foundation, el futuro es de The Corruptibles, cuando la industria del entretenimiento consiga los superpoderes legales que está buscando. Y como dicen que el poder corrompe…
(vía Boing Boing)
—–
Los de The Onion se superan cada día más. En Sony Unveils New Model Customer, hablan de Steve, su nueva versión del consumidor ideal:
The 72-inch, 195-pound consumer-a 34-year-old unmarried financial analyst-is smaller, lighter, and swifter than last year’s beta-model consumer, Larry.
«Larry was much less mobile, which worked well for electronics enjoyment but less so for purchasing,» said Hideo Ichimonji, head of the design team for the Ideal Consumer Project. «Also, the Larry’s decision-processing became jammed when forced to choose from more than one potential Sony product. By implementing parallel-purchasing solutions and simplifying its personality traits, we’ve ensured that Steve will always be a loyal Sony customer without any annoying system shutdowns or buying freezes.»
Hablan de la gama de colores disponibles, de su interoperabilidad con otras marcas y de su amplio límite de crédito. Sólo tiene una competencia:
Analysts say that Steve’s only real competition comes from Apple Computer’s own ideal consumer, the iBuy. But because the much more expensive iBuy is designed only to purchase and enjoy the pricier, but limited Apple product line, and is not intershoperable with other systems, Steve’s appeal will likely prove much broader.
—–
Seth MacFarlane -creador de Padre de familia y American Dad (¿se han fijado que traducción española de la esta serie, Padre made in USA, sigue conteniendo un 75% de términos en inglés?)- habló en Harvard el día antes de la graduación (demasiado macarra para la graduación en sí). Y el hombre, claro, dio sus consejos con su propia voz, pero también como Peter, Quagmire y, mi prefiero, Stewie. Cada personaje conservaba su personalidad, por lo que los consejos de Peter eran totalmente idiotas y los de Quagmire… bueno, ya se lo imaginan.
Stewie en particular se sabe más listo que todos los graduados de Harvard de 2006 juntos, y no tiene reparos en meterse con ellos. Como también se mete con South Park, la iglesia y los que se hacen tatuajes con caracteres orientales.
(vía Hanzi Smatter)
Pues aquí tienes un cheque de AdSense por 901.733,84 dólares. Impresionante, ¿verdad? En realidad, no tanto. Son dólares canadienses, por lo que se quedan en 639.413,28 euros (según Google). Además, es un cheque por dos meses, por lo que la cifra se reduce a 319.706,64 euros al mes (según mi calculadora). Sigue sin estar mal, pero no impresiona lo mismo. ¿O sí?
Leo en Chica de la tele que a finales de año Digital+ tendrá un nuevo descodificador, que entre otras cosas soportará emisiones en alta definición (otra cosa, claro, será que la plataforma oferte canales en alta definición). La verdad es que ya estaban tardando.
Porque mi reacción es siempre más o menos así:
Por cierto, Barrapunto cumple años. Felicidades.
(Gracias rvr)
He estado probando Google Spreadsheet y la verdad es que tiene buena pinta. Mi uso de las hojas de cálculo es más bien primitivo, y para mis necesidades, este Google Spreadsheet cumple perfectamente (hasta ahora usaba el programa que viene con OpenOffice). El único problema es que por el momento no genera gráficas. La gran ventaja es que está disponible donde tenga un ordenador conectado a internet (otra desventaja es que tus datos están en el ordenador de otro).
Lo he probado importando una de las hojas de cálculo donde registro las visitas a la página, y todo ha funcionado perfectamente. Excepto el gráfico, claro.
He tenido la oportunidad de leer varios libros de Calamar Ediciones (por ejemplo, Prime Time) y he quedado francamente impresionado. Suelen ser libros muy eruditos escritos para que se lean con gran facilidad. Hoy he recibido Imágenes de la locura (Calamar Ediciones. 416 páginas. 19,90 euros. ISBN: 84-96235-15-7), que parece cumplir las mismas condiciones pero en este caso analizando la representación de los trastornos psicológicos en el cine. Lo realmente llamativo es que su autora es psicóloga y, dice en la solapa, estudia también Filología Hispánica.
De la contraportada:
¿Qué papel juega la figura de la madre de Norman Bates en Psicosis? ¿Qué es lo que le pasa por la cabeza a Sigourney Weaver en Copycat para no querer salir de su casa? ¿Por qué Jack Nicholson en Mejor… Imposible lleva guantes y se lava constantemente las manos?
Por sus manifestaciones insólitas y a veces extremas, por sus conductas que nos sorprenden e inquietan, la locura es un mundo cargado de posibilidades que el cine, en tantas ocasiones, ha incorporado a sus argumentos para despertar la curiosidad y cautivar al espectador.
La asociación del cine y la locura se remonta a los albores del Séptimo Arte, cuando Dr. Dippys’ Sanitarium (1906) y El gabinete del doctor Caligari (Das Kabinett des Doktor Caligari, 1919) iniciaban una larga lista de filmes, que llega hasta nuestros días, con la locura como parte del argumento central.
Imágenes de la locura repasa exhaustivamente el mundo de la psicopatología, describiendo los principales trastornos de la mente (autismo, amnesia, esquizofrenia, ansiedad, retraso mental, agorafobia, trastorno obsesivo compulsivo, disociación….) y analizando su reflejo y tratamiento en el celuloide.
Un libro que cautivará tanto a los apasionados del cine como a los interesados en la psicología, y les ayudará a comprender e interpretar numerosas películas, entre las que se encuentran algunas de las obras maestras de la historia del cine, a la vez que les introducirá en el complejo y fascinante mundo de la psicopatología.
Una guía por los más oscuros y recónditos pasadizos de la mente humana a través de la gran pantalla.
Y la solapa se extiende un poco más:
El cine suele ser, en la mayoría de los casos, el único modo que tiene el público de acercarse al fascinante mundo de la locura, convirtiéndose así en el único referente, pero la imagen que ha transmitido no es demasiado acertada, y ha ayudado a perpetuar mitos y estigmas sobre las enfermedades mentales durante décadas.
Este libro, que recoge los principales trastornos de la mente humana, pretende dar una visión correcta de la psicopatología y sus manifestaciones, analizando de un modo ameno y accesible las principales características de los trastornos, sus causas, los tratamientos, los casos más famosos, y todo acompañado de un repaso por las principales películas que han reflejado el trastorno mental desde los primeros pasos del cine mudo hasta la más reciente actualidad.
Después de su lectura, muchas películas míticas, de referencia –Psicosis, El pequeño salvaje, Recuerda, Las tres caras de Eva, Memento, Spider, El aviador, El club de la lucha…-, que ya forman parte esencial de nuestra cultura, cobrarán nuevos significados.
Este libro surge de la necesidad de comprender el cine no sólo desde su perspectiva cinematográfica, sino desde los múltiples campos que conectan con él y de los que se sirve para crear imágenes, diálogos y efectos.
Imágenes de la locura llena un vacío, que ya se reclamaba imprescindible, en la bibliografía española más solvente y actual sobre la relación entre la psicopatología y el cine.
Seth Godin presenta su How to get traffic for your blog, 56 formas de conseguir más visitas. La última es «Escribe algo que la gente quiera leer y compartir», que no está nada mal. La primera es «Usa listas».
Pero confieso que me gustan especialmente el 26 y el 34.
(vía The Blog Herald)
Relatos japoneses de misterio e imaginación (Ediciones Jaguar. ISBN: 84-96423-22-0) es una recopilación de cuentos del escritor japonés Edogawa Rampo, quien, según cuenta la introducción, admiraba tanto a Edgar Allan Poe que adoptó como seudónimo -siendo su nombre real, Hirai Taro- una versión japonesa del nombre del americano. La recopilación es apetecible y muy interesante, con un sabor marcadamente clásico, pero con cierto regusto exótico, diferente.
Hay tres aspectos que llaman la atención de estos cuentos.
En primer lugar, tienen mucho de engarce, de conjunción perfecta de piezas. Una vez iniciada la narración, hay una lógica inexorable y magistral que conduce al final. Pero en todo momento un elemento deviene de forma natural del anterior. La introducción relaciona los cuentos con las ficciones de Borges y Bioy Casares, y algo de eso hay; una cierta forma de clasicismo cristalino. Lo que no excluye, por supuesto, la sorpresa. Pero siempre es satisfactoria una vuelta de tuerca lógica.
En segundo lugar, no se limitan a lo puramente estructural, sino que también poseen un profundo interés por el carácter de los personajes. No se trata de psicología, en el sentido de que las reacciones de los personajes no son necesariamente realistas, sino de un paralelismo entre la trama y los personajes. Unas tramas retorcidas exigen personajes igualmente retorcidos, y en ocasiones no queda claro qué surgió primero de la imaginación del autor. Al final, tramas deliciosas se vuelven más interesantes precisamente por esos personajes algo perturbador pero asombrosamente lúcidos. En ocasiones, el momento en que un personaje explica sus actos -siguiendo una lógica interna algo desquiciada- puede ser el mejor punto del relato.
Y tercero, una ausencia casi total de elementos sobrenaturales -sólo el último relato, «El viajero con el cuadro de las figuras de tela», parece contener hechos fantásticos. No hay soluciones mágicas ni redenciones milagrosas. Los personajes son como son porque así son, sin que nadie les fuerce a cualquier otra cosa. Y los hechos son todos igualmente terrenales. Todo es atmósfera.
Esos tres elementos se aprecian muy bien en el primero de los cuentos: «La butaca humana», un relato que nos pide suponer una persona capaz de pasar meses convertido en butaca en un vestíbulo de hotel. Durante las peripecias de la narración, debemos además aceptar las personalidades de personajes que encajan en cada punto del relato. Y al final, nos toca reevaluar todo lo que hemos leído, rectificando muchas de nuestras impresiones anteriores.
El efecto final es de una serie de cuentos inquietantes, que sacan a la luz comportamientos aberrantes y luego nos piden que los comprendamos. No provocan exactamente miedo, sino más bien una profunda sensación de abismo, de adentrarse en una realidad -cuidadosamente fundamentada- que sin embargo suena a fantástica por puro efecto del punto de vista. Ayuda también ese distanciamiento tan típico de la literatura japonesa, donde vale más lo que no se está contando que lo que se está diciendo explícitamente.
De los cuentos, «La butaca humana» probablemente sea el más representativo. «La oruga», un impresionante alegato antibélico sobre un hombre que ha perdido todas las extremidades, es posiblemente el más impactante. «La cámara roja» y «El precipicio» son de los que te obligan a replantearte todo lo contado. Y no dejaría de leer «Los dos inválidos», un delicioso juego de espejos, dobles, simulaciones y demás.
Relatos japoneses de misterio e imaginación está compuesto por ficciones extrañas escritas desde un punto de vista extraño. De eso se trataba.