Ni se te ocurra cambiar de canal
Comenté hace unos días la obsesión de la industria del entretenimiento por incordiar a sus propios clientes, poniendo anuncios insultantes en los DVD que además no te puedes saltar. Es decir, tomando el control de una máquina que tú has pagado. Pues bien, hoy me encuentro con un ejemplo todavía más divertido: Philips ha patentado un sistema para impedir cambiar de canal cuando se emite publicidad. En Ars Technica se ponen irónicos y comentan que el sistema es imperfecto: el televidente sigue conservando la libertad de movimiento. Sería conveniente, dicen, acompañarlo de un sofá que retenga al sujeto mientras aparece la publicidad.
Sinceramente, me encantaría que lo desarrollasen, aunque sólo fuese para ver la campaña de publicidad con la que intentarían convencer a los compradores de que esa opción es una mejora de lo más conveniente. El eslogan podría ser «No tendrá que tomarse la molestia de decidir».
En cualquier caso, es una muestra más -aunque bastante chusca- de la pérdida del control sobre los aparatos que pagamos. Pronto, nos habrán quitado tantos derechos que sólo nos quedará el derecho a comprar. Sí, sé que en ese caso comprar sería un deber y no un derecho. Pero seguro que montan una campaña de publicidad y nos convencen de lo contrario.