El otro día andaba por el centro comercial ese famoso -que es también la mejor tienda de DVDs de Santiago- y vi la séptima temporada de Los Simpson. Alargué la mano, cogí la caja y le estuve dando vueltas. Y en ese momento recordé una característica muy molesta de la sexta temporada. Así que volví a dejarla en su sitio y tomé la decisión de no comprarla.
La característica molesta de la sexta temporada era el anuncio contra la piratería que saltaba en cuanto metías el disco en el reproductor. Tú has pagado por esos DVDs, los quieres ver, pero durante un buen rato la empresa que los ha creado se siente con libertad de insultarte, llamarte ladrón y avisarte de las graves consecuencias de copiar el material. Eso, insisto, dirigiéndose a personas que han pagado por su producto y a las que, al menos, la cooperación se les debería dar por supuesta.
La verdad es que la industria del entretenimiento debe ser la única que consigue insultar a sus clientes y no sufrir mayores consecuencias. Si el tendero de la esquina llamase ladrones a los suyos, estoy casi seguro que dejaría de vender. Se imaginan:
-Póngame 200 gramos de mortadela.
-¡Ladrón! ¡Ahora la ley actúa! ¡Como comas mortadela copiada te vas a enterar! ¿La quiere con aceitunas?
-Pero oiga, ¿qué dice? A mí no me llame ladrón.
-¡Ah, quejándose! ¡No quieres oír el mensaje! Quieres robar en la tienda, ¿verdad? Eso es lo que quieres. Ni te acerques a la mayonesa. Te voy a dar yo mortadela. ¿La corto en lonchas finas?
A lo mejor no te molesta que te llame ladrón, pero seguro que la tardanza en cortar la mortadela pone nervioso a más de uno.
O en el avión, con el comandante insultándote y acusándote de querer llevarte el tapizado de los asientos, y la azafata negándose a entregarte el paquete de manises porque te los comes. No sé, vamos, un mundo demencial. Pero la demencia está viva, disfruta de excelente salud y habita en la industria del entretenimiento.
Pues eso. Los episodios en cuestión ya los pasarán inevitablemente por el canal Fox. Lo que he decidido es no pagar más de 40 euros para dejarme avasallar en mi propia casa.
Ahora, a buscar una serie que no me insulte. Mejor voy a mirar en Amazon.co.uk.