La verdad es que el título es bien largo. En cualquier caso, éste es el principio del comienzo del fin del Ciclo Barroco (¿o era el comienzo del principio del fin?):
En 1714, tras la derrota inglesa ante los borbones, Sir Isaac Newton usa su poder como director de la Casa de la Moneda de Inglaterra para buscar el mítico «Oro de Salomón», del que supone que contiene el Mercurio Filosófico que ha de ser imprescindible en sus estudios alquímicos. Eso le enfrenta irremediablemente a Jack Shaftoe, el llamado Rey de los Vagabundos, conocido ahora como «Jack, el Acuñador» y, con él, a los falsificadores de moneda y al resto de ladrones y pilluelos de Londres.
Mientras, Daniel Waterhouse, puritano y filósofo natural, fundador del Instituto de las Artes Tecnológicas de la Bahía de Massachussets (el precedente del actual M.I.T.), es llamado de nuevo a Europa para mediar en la disputa intelectual que enfrenta a Newton y a Leibniz para dilucidar cuál de los dos ha inventado primera el cálculo infinitesimal. En Massachussets, Waterhouse había empezado a construir el Molino Lógico de Leibniz, el precursor de los modernos ordenadores y, llegado ahora a Inglaterra, recibe de Leibniz un encargo del zar Pedro I el Grande: intervenir en el desarrollo de la ciencia con un envío de material científico para Rusia.
La ciudad de Londres es el nuevo e imponente protagonista de este incomparable fresco sobre el origen histórico de nuestros tiempos, con el enfrentamiento entre la nueva ciencia moderna de la Royal Society y la vieja alquimia, no siempre tan alejadas como parecería. La confusión inevitablemente asociada al nacimiento del mundo y la mentalidad modernos es en realidad el eje central de una vasta peripecia humana, social e intelectual que configura el tercer y último volumen de una magna obra como es el Ciclo Barroco. Un libro de inmensa ambición, erudición y alcance.
Tras el indiscutible tour de force que representó Criptonomicón, Stephenson se atreve a novelar en el Ciclo Barroco cómo pudo ser el nacimiento del mundo moderno, la creación de la ciencia y el paso de la alquimia al empirismo y al racionalismo. Y lo hace con la misma facilidad y amenidad que sorprendieron a todos en Criptonomicón, con esa intrincada mezcla de historia, aventura, ciencia, hechos verdaderos e invenciones, y enfrentando la locura al racionalismo, la alquimia al empirismo y sin olvidar contarnos con ironía el nacimiento de la Bolsa, la política y la economía modernas, en medio de guerras, espías, Intrigas, corsarios y piratas.
Y por cierto, me han mandado también un folleto donde anuncian la salida de Ciencia ficción: nueva guía de lectura de Miquel Barceló. Alguien en la editorial tiene mucho sentido del humor, porque el texto dice:
Todo lo que usted siempre quiso saber sobre la ciencia ficción y, desgraciadamente, nunca se atrevió a preguntar… La tan esperada reedición (actualizada y ampliada) de la ya mítica Ciencia ficción: guía de lectura de 1990. Aunque esta versión se viene anunciando desde el año 2000, esta vez va en serio.