Fernand0 tiene una historia famosa por estas fechas (de hecho, tiene cuatro, ingeniosamente tituladas: Pensamientos navideños, Pensamientos navideños (II), Pensamientos navideños (III). Ya es Navidad (en Google) y Pensamientos navideños (IV). Navidad Googlosa) porque comienzan a llegarle millones de visitas a través de Google de gente que busca «pensamientos navideños». Eso se llama saber ponerle nombre a las entradas.
Y millones de personas buscando en Google no pueden equivocarse: la Navidad está aquí. Lo confieso un año más, es mi fiesta preferida del año. Tiene varios puntos principales a su favor, pero cuatro son los principales.
Primero, puedes comer hasta reventar. Es más, después de comer hasta reventar puedes volver a comer hasta reventar y nadie te mira mal. La gula es la reina de estas fiestas. Y los gulosos nos alegramos por ello.
Segundo, se dan regalos. Lo de dar regalos es una buena costumbre. En el blogobjeto la cosa viene además simplificada por las maravillosas listas de los deseos.
Tercero, reciben regalos. Nuevamente, operación simplificada por las listas de los deseos. Yo tengo dos, una en Amazon.com y otra en Amazon.co.uk, por si alguien me quiere regalar. Y aparte, la carta a los reyes, que este año incluye Heike Monogatari y Age of Empires III.
Cuarto, puedes ser consumista todo lo que quieras. Ya defendí en su idea que los consumistas son personas desprendidas que ayudan a los demás.
Pues eso, que ya está aquí en la Navidad.
P.S.: Lo único que me empaña estas fiestas es la ausencia de unos almendrados deliciosos que podía comprar cuando era niño. Ya no los hacen. O si los hacen, no doy con ellos. Todos los años peregrino por los pasillos de los supermercados. Ni rastro.
P.P.S.: Evidentemente, hay una razón cero para que estas navidades en particular sean especialmente especiales.