No tengo muy claro qué se supone que es la lomografía. Si quieren, pueden ir a Lomospain y Lomography e intentar descubrirlo. Yo he probado varias veces y sigo sin saber.
En cualquier caso, hace un tiempo vi en la plaza del Obradoiro a alguien con una de esas cámaras. Recordando que Miguel tenía una, se la pedí prestada y salí por ahí a hacer fotos.
La cámara en particular se llama Supersampler. Tiene cuatro lentes de forma que sobre el mismo negativo aparecen cuatro franjas, una por lente. No se abren todas simultáneamente, sino que hay dos velocidades: 0,2 segundos o 2 segundos (en mi caso, siempre la tengo en dos segundos). Como observarán, no hay visor. Uno más o menos apunta y dispara.
Para pasar la película hay que tirar de un cordón que supongo activa también el mecanismo interno. Es, por lo tanto, una de esas pequeñas maravillas técnicas.
Sólo es de uso externo, y hay que cargarla con una película de 400 asa. Disparar con ella es toda una aventura, que es la idea, porque no sabes en ningún momento cuál va a ser el resultado final. Yo tenía mis dudas, porque la verdad es que cogía la cámara de cualquier forma y la movía de cualquier manera. Aún así, los resultados me han sorprendido. He subido las fotografía a Flickr bajo la etiqueta de lomografia (quité la tilde porque Flickr se confunde al hacer un slideshow). Unas muestras:
Tiene también un punto curioso. Creo que es la primera vez en diez años (o más) que entro en una tienda a revelar un carrete. Las cosas han cambiado mucho: ahora puedes salir de allí con los negativos y un cd con las fotos. Nada de copias impresas.
No creo que esta cámara ganase nada siendo digital. Digitalmente supongo que sería trivial hacer algo así, pero parte de la gracia consiste precisamente en no saber qué estás haciendo y tener que esperar al revelado para comprobar qué ha salido. Es más, incluso los fallos tienen su gracia.
Este fin de semana intentaré repetir.