Atalanta
Atalanta es la nueva editorial del conde de Siruela, quien ya fundó en su momento la editorial Siruela. El domingo pasado El País Semanal dedicó un reportaje al conde y su nueva empresa. La editorial arranca con un planteamiento que me gusta mucho. Después de hablar de las razones para publicar uno de los primeros libros, dice:
«Si tuviera que buscar un maestro en mi vida», añade, «alguien al que he seguido siendo fiel a lo largo de los años, éste sería Borges. De él aprendí que la cultura no se limita a un siglo o a unos pocos países limítrofes, sino a todo el mundo en todas sus épocas. Esto ha producido en mí la circunstancia poco compartida de que solamente me encuentro cómodo andando todos los meses por 25 siglos. Esto me ha costado muchos años de lectura, de hábito, pero ahora esta visión no la cambio por nada, pues limitarse solamente a los dos últimos siglos es como ver la imagen de la cultura o la literatura en dos dimensiones. En cuanto uno va añadiendo diferentes perspectivas surgidas de tiempos y culturas diferentes, esa misma imagen, al menos para mí, va cobrando más profundidad, más relieves, más matices…, hasta volverse tridimensional».
Y hacia el final comenta el papel de Internet para la cultura:
Creo que es lo único verdaderamente nuevo que ha sucedido en los últimos 20 años.
Sin Internet, Atalanta no existiría como es. Esto es una prueba contundente de que la tecnología es lo que hoy transforma nuestras vidas y no la cultura humanista. De esto no me alegro, por supuesto, pero es así, y no hay espacio para lloriqueos. Quizá es mejor ver su parte positiva, que la tecnología es un medio y, como tal, algo también fundamental para el desarrollo de la cultura. Pienso que la alta cultura no será definitivamente engullida por la cultura de masas gracias a la existencia de dos mundos antitéticos: por un lado, los buenos libreros que seleccionan y mantienen la calidad de la oferta editorial, y por otro lado, Internet, que permite a cada usuario informarse adecuadamente desde su casa de los libros que le apetece comprar. Lo novedoso de Internet es que todos los libros, desde Píndaro hasta Zafón, se encuentran en el mismo nivel. No hay mesas de novedades, y cualquiera de estos dos libros tienen la misma facilidad o dificultad para encontrarse. Amazon. Abebooks, Chapitre son hoy día las mejores librerías del mundo, y esto da que pensar. Las pequeñas editoriales independientes necesitan tanto de los libreros, de los buenos libreros, como de Internet para su supervivencia. Por eso, la página web es fundamental. Espero recibir muchas visitas, entre otras cosas porque, aunque es una editorial completamente campestre, también es profundamente cibernética».
A continuación de ese párrafo uno esperaría encontrar la dirección web de Atalanta. Que no aparezca quizá sea un comentario sobre cómo ven internet los medios en papel. O quizá simplemente el editor no la ofreció porque todavía no hay nada.
En cualquier caso, uno de los títulos con los que empiezan se llama La historia de Genji y me interesa mucho. El otro, por lo que he leído sobre él, nada de nada.