La misteriosa llama de la reina Loana
Bien, ya llevo 250 páginas. Es decir, ya estoy terminando el libro (recuerdo el chiste ese que pregunta, «¿hasta dónde puede entrar un gato negro en un bosque oscuro?». Hasta la mitad, evidentemente).
Y lo estoy disfrutando muchísimos.
En general, de Eco me gustan más sus libros de ensayo que sus novelas (mi preferido durante muchos años fue Apocalípticos e integrados. Ahora creo que me inclino por Seis paseos por los bosques narrativos), pero también he disfrutado mucho de su ficción. Ahora me he dado cuenta de que hace más de 20 años que leo a Eco (no empecé con El nombre de la rosa -ése fue el segundo- sino con Signo). Eso sí, sus dos novelas anteriores me quedan sin leer (no lo hice en su día y ahora no sé si lo haré).
El protagonista de La misteriosa llama de la reina Loana es un hombre de sesenta años que pasa un breve periodo en coma. Al despertar, no recuerda nada de su vida, aunque conserva una memoria enciclopédica con respecto a todo lo demás (el personaje hace continuas referencias citando a diestro y siniestro. Y cita de todo y a todos). Para intentar recuperar la memoria, regresa a la antigua casa familiar y se sumerge en los papeles antiguos: en los tebeos, libros escolares y relatos de aventura que leía.
Es decir, un retrato de la Italia de la época -que supongo irá avanzando más en el tiempo-, algún descubrimiento familiar, un reencuentro consigo mismo, y una reflexión sobre el hombre moderno (esto último no sé, pero pensé que quedaría bien si lo ponía). La verdad es que a mí me resultan irresistibles estas operaciones mentales de desenterramiento del pasado.
Seguimos.
Por cierto, simultáneamente estoy leyendo otro libro de Eco (estoy leyendo varios libros a la vez, incluyendo On Intelligence de Jeff Hawkins y la constitución europea), Sobre literatura. Ensayos apasionantes e interesantes cada uno de ellos, aunque el conjunto no está a la altura de Seis paseos por los bosques narrativos.