iPod Shuffle y Mac mini
«Disfruta lo inesperado» es el lema que Apple le ha puesto al nuevo iPod Shuffle haciendo referencia ha hecho de que su uso principal es el de reproducir aleatoriamente las canciones almacenadas, aunque también se puede reproducir secuencialmente. Debo darle la razón a Russell Beattie en que Apple debe la única compañía sobre el planeta a la que se le consiente convertir en virtud una limitación. Como el cacharrito no tiene pantalla, pues se hace imposible elegir, y si es imposible elegir… pues viva la falta de elección. Es más, el propio iTunes te lo rellena con lo que le da la gana a él.
Me quito el sombrero. Es simplemente genial.
No dudo que se venda, y no dudo que muy bien. De hecho, según lo que se lee sobre Estados Unidos parece que la gente hace colas en las tiendas Apple para comprarlos a puñados. El precio no está mal, 99 dólares por el modelo de 512 megas y 149 por el modelo de un giga. Tampoco es que sean cifras maravillosas, porque en realidad hacen menos que otros reproductores en el mercado.
Leyendo por ahí, me he encontrado muchas explicaciones de usos en los que se trata del reproductor perfecto. Por ejemplo, en el gimnasio o haciendo jogging, momentos en los que uno no quiero mirar ninguna pantalla. Pues sí, pero parecen situaciones tan específicas que intuitivamente pensarías que la situación sería la contraria: tener un reproductor en el que pudieses ver lo que vas a oír y del que pudieses pasar cuando no quieres mirar la pantalla.
Pero lo dicho, seguro que se vende muy bien. Tiene un diseño muy bonito y encima sólo pesa 22 gramos. En cuanto a las limitaciones, bien, el iPod también es limitado con respecto a otros reproductores y eso no ha evitado que sea un éxito. La estética también vende y Apple lo sabe muy bien.
El Mac mini es una cuestión diferente. Es un Mac pequeño tanto en tamaño como en prestaciones. Le faltan muchas cosas (las más evidentes, teclado, monitor y ratón), aunque ese medio cubo tiene muy buen aspecto. De lo que no estoy seguro es a qué público está dirigido. Bueno, quizá sí: gente que usa PC pero que le gustaría experimentar con un Mac pero no podía justificar pagar el precio de un Mac de verdad. Visto así, sí, y yo también estaría encantado de tener uno. Pero sólo si alguien me lo regala, porque no me veo pagando 500 euros por él.
Mi problema principal es que su atractivo estético se pierde casi de inmediato. Si tengo que poner uno de mis monitores extras, uno de mis ratones extras y uno de mis teclados sobrantes (y con sólo dos puertos usb) la verdad es que el pobre quedará de pronto sepultado bajo un montón de hardware que estéticamente no le hace justicia. Lo mismo si lo coloco en el salón: para hacer cualquier cosa hay que comprarle tantos elementos adicionales que pronto pierde la gracia. Para eso, pues no sé, preferiría comprarme uno de esos iBook de menos de 1000 euros, que traen teclado, pantalla, wi-fi, s-vídeo y demás. Sigue siendo caro, pero al menos es un único paquete.
Aún así, seguro que se vende bien. Después de todo, hay mucha gente que no podrá resistirse a tener un Mac por 500 euros.