De una cita sin contexto
Félix de Azúa en El aprendizaje de la decepción:
El nuestro es, indiscutiblemente, el mejor de los mundos imposibles, y nosotros somos, mientras tanto, los mejores habitantes de ese mundo.
Félix de Azúa en El aprendizaje de la decepción:
El nuestro es, indiscutiblemente, el mejor de los mundos imposibles, y nosotros somos, mientras tanto, los mejores habitantes de ese mundo.
Félix de Azúa en El aprendizaje de la decepción:
¿Y por qué se considera, oficialmente, que el muerto de la autopista es diferente al muerto en atentado? La respuesta es de sentido común: porque el muerto de autopista se ha matado, en tanto que el otro ha sido asesinado. Pero esto es un sofisma. La verdadera diferencia estriba en que las sociedades industriales admiten el gasto en muertos inherentes al uso del automóvil, pero no el gasto en muertos inherente a la chifladura política, religiosa o sexual. Así se acepta sin pestañear el sofisma siguiente: al muerto de autopista le ha matado su propia libertad de usar coche (como si tuviera alternativa real), y al de atentado lo ha matado la libertad ajena (como si el neurótico fuera «libre»). Este monumental enredo esconde una verdad espeluznante: hay muertes permitidas y muertes prohibidas; hay una violencia tolerada y otra utilizada como coartada para ocultar a la primera.
Félix de Azúa en El aprendizaje de la decepción:
Cuando descubramos de una vez que el conjunto de horas de ocio no supone, ni muchísimo menos, un descenso de nuestro trabajo sino otro modo de trabajar más enajenado y estúpido, estaremos en condiciones de plantear de una vez por todas si saltamos por los aires o nos ponemos a hacer eso que los hombres odiamos desde que nos costó la maldición anteriormente citada, es decir, sentarnos a la sombra de una higuera y meditar sobre nosotros mismos. Porque lo opuesto al trabajo no es el ocio, sino la reflexión; pues lo opuesto a la maldición (y su consecuencia) fue el deseo de saber.
Parece que Gmail está ofreciendo POP, de forma que uno podría usar su cliente de correo habitual con su cuenta Gmail (no se me ocurre ninguna razón para hacerlo habitualmente, pero para gustos colores…). Pero para los interesados, Canopus ha escrito un pequeño tutorial explicando cómo configurar The Bat! -un magnífico cliente de correo- para usar Gmail.