Sobre la memoria
De la Autobiografía de Mark Twain:
Yo solía recordar a mi hermano Henry caminando hacia un fuego fuera de la casa cuando tenía una semana de edad. Era algo digno de mención el hecho de que yo recordara una cosa como ésa, y era aún más extraordinario el hecho de que me agarrara a la ilusión durante los treinta años que estuve recordándolo, porque, por supuesto, nunca había sucedido; era imposible que hubiera caminado a esa edad. Si me hubiera parado a reflexionar, no habría cargado mi memoria con semejante basura imposible durante tanto tiempo. Hay mucha gente que cree que una impresión depositada en la memoria de un niño durante los dos primeros años de su existencia no puede seguir ahí más de cinco años, pero eso es un error. El incidente de Benvenuto Cellini y la salamandra debe ser aceptado como auténtico y digno de crédito; lo mismo que el notable y indiscutible ejemplo de la experiencia de Helen Keller. Durante muchos años yo creí que recordaba haber ayudado a mi abuelo a beber su ponche de whisky cuando yo tenía seis semanas, pero ya no hablo nunca más de eso; ya me he hecho viejo y mi memoria no es tan activa como solía. Cuando era joven, podía recordar cualquier cosa, hubiera sucedido o no. Pero mis facultades están decayendo ya y pronto me convertiré en alguien que no recuerde más que las cosas que nunca han sucedido. Es triste hacerse pedazos de esta forma, pero todos tenemos que llegar a eso.