#37 Diálogos de Borges y Sabato
La verdad es que no me ha gustado demasiado. Le veo un problema importante a este libro: ¿realmente tiene interés el juntar a dos personas de gran nivel para que hablen de lo que quieran? ¿Qué se van a decir que pueda ser de interés para un observador externo? En el caso que nos ocupa, ¿va Borges a plantear certeras preguntas sobre la obra de Sabato? ¿O las reflexiones de Sabato ayudarán a iluminar la obra de Borges? El encargado de organizar los diálogos, Orlando Barone, se oculta, lo que es una alegría y un problema. Un problema porque no hay nadie que controle a estos dos gatos más que ocasionalmente, intentando que no se vayan por las ramos de sus tópicos personales. Una alegría, porque en sus pocas intervenciones demuestra simplemente no estar a la altura de los dos personajes.
Un conocedor profundo de la obra de Borges entrevistándole, o un lector apasionado de Sabato haciéndole preguntas serían libros de gran interés (y algunos hay). Pero Borges monologando y contando las mismas historias de siempre, mientras Sabato se muestra ligeramente cohibido, no acaba de tener el mismo interés.
Con lo cual no quiero decir que no sea entretenido de leer. ¿Cómo no iba a serlo con Borges contando sus historias y Sabato mosqueándose por política? Borges se muestra como él, ese personaje paciente y tranquilo que va desgranando opiniones. Sabato se me antojó algo más adolescente, como si le molestase mucho que alguien no creyese lo mismo que él. Borges racionalista, con sus argumentos que quieren ser lógicos. Sabato anticientíficos, antitecnológico y anti cualquier cosa cercana a la razón; con comentarios que suenas a místicos, religiosos o directamente seudocientíficos. Borges irónico. Sabato más serio.
¿Me ayudó este libro a comprender mejor a sus dos protagonistas? Pues no, francamente. Eso sí, como compendio de sentencias sobre una gran variedad de temas (dios, la novela, el cine, el origen del arte…) muy divertido.
Éste es uno de mis 50 libros de 2004.
Sabato y el horóscopo
Lo que más me ha sorprendido del libro ha sido descubrir la vena anticientífica y parasicológica de Sabato. No la conocía, francamente. Una muestra:
Sabato: Yo creo seriamente en los horóscopos, cuando están hechos como es debido. Xul Solar hizo los horóscopos de mis dos hijos y durante muchísimos años me resistí a conocerlos. Siempre tuve miedo al futuro, porque en el futuro, entre otras cosas, está la muerte.
Luego comenta que los horóscopos se fueron cumpliendo: «Un misterioso entrecruzamiento de fortuna y desdicha».
Borges y Sabato sobre el suicidio
Igual:
Borges: Yo también [he pensado en el suicidio]. Hace setenta y cinco años que vengo suicidándome. Tengo más experiencia que usted, Sabato.
Sabato: (Sonriendo) Con muy poca eficacia, por lo que se ve.
Borges: Sí, pero con mucha vocación, realmente.
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Sabato y el naturalismo
Sabato: De todas las formas de contar, la más falsa es la naturalista. Porque la realidad es infinita y el naturalismo no puede abarcarla.
Sabato y el lenguaje
Del mismo libro:
Sabato: […] No hay lenguas lógicas. Todas las lenguas son disparatadas, lo que pasa es que sus disparates pasan inadvertidos para los que aprenden desde chicos. Es cierto, nosotros distinguimos entre «ser» y «estar», pero no veo por qué enorgullecerse: hay grandes literaturas, como la francesa y la inglesa, que no les ha ido tan mal sin esa ganga.
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Borges y dios
Estoy leyendo Diálogos de Borges y Sabato. En un momento dado preguntan por dios y la respuesta de Borges es bien divertida:
Borges: (Solemnemente irónico) ¡Es la máxima creación de la literatura fantástica! Lo que imaginaron Wells, Kafka o Poe no es nada comparado con lo que imaginó la teología. La idea de un ser perfecto, omnipotente, todopoderoso es realmente fantástica.