Angel y los cómics

Magnífica entrada de Rafael Marín donde repasa la serie de Angel comparándola con el mundo de los cómics de superhéroes. Una muestra:

Puro tebeo. Pero mejor que los tebeos. Por todo eso que ya hemos comentado muchas veces: porque los personajes evolucionan de verdad. Porque los matices aventureros, humorísticos, trágicos y de pura acción están perfectísimamente equilibrados en los 42 minutos justos de cada episodio y en los 22 episodios de cada temporada. Porque los diálogos son sabrosos, inteligentes, rápidos, cargados de dobles, triples, cuádruples sentidos. Porque los guionistas (y son muchos) entienden a la perfección cómo son y de qué pie cojean los personajes (y, supongo, los actores) y son capaces de encontrar el equilibrio perfecto entre pasión y razón, entre televisión de entretenimiento y televisión de autor. Porque es una serie que demuestra que puede hacerse escapismo adulto y enriquecer con conversaciones jugosas, con escenas de sexo liviano, con peleas que no entorpecen el desarrollo de una trama, sin insultar la sensibilidad ni la inteligencia del público al que van destinados. Porque no hay miedo a seguir adelante. Porque no hay vuelta atrás. Porque se sigue explorando la psicología de los personajes, que son maduros y saben que hoy pueden pensar y sentir de una manera y mañana de otra y, sin embargo, seguir siendo ellos mismos.

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p class=»media»>[Estoy escuchando: «Any old time» de Artie Shaw en el disco Jazz Masters Artie Shaw]

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