El retorno del rey (II)
Brillante. Sí, la tercera película de la trilogía de El señor de los anillos me ha parecido brillante. La primera me gustó bastante, la segunda me decepcionó profundamente, pero la tercera me ha encantado desde principio a fin. Y no, no hace falta que me detallen los fallos. Soy perfectamente consciente de ellos: el abuso de primeros planos, las frases lapidarias, el resumen tan total que deja la historia casi incomprensible, el final largo como un día sin pan, la carencia de seres humanos (excepto cinco)… No me importan; en este caso incluso los defectos me parecen brillantes. Son como las taras introducidas deliberadamente en las alfombras orientales porque la perfección de la obra ofendería a dios. Pues igual. Son como esos defectos de un ser querido que le hacen humano y te hacen quererlo más.
Han sido los hobbits, claro. Ellos son cuatro de los seres humanos de la película. A ellos se les permite expresar debilidades, a ellos les cuesta ser héroes. Y a pesar de que su primer instinto es dar la vuelta y salir corriendo, tienen el valor de levantarse y seguir. Hay gente que se queja de que al final la destrucción del anillo no es responsabilidad de Frodo (¿es un spoiler para alguien?). ¿Cómo podría serlo?, me pregunto yo. Es imposible que Frodo renuncie al anillo. Su heroicidad se encuentra en otra parte, en haber sido capaz de levantarse destrozado y cansado y seguir avanzando. Ya se encargará el destino del anillo.
Algo similar pasa con los otros hobbits. La película les da la oportunidad de demostrarse a sí mismos. Cuando todos se arrodillan ante ellos al final, no creo que fuese tanto por haber destruido al anillo sino por el valor que han demostrado siendo valientes. Los otros personajes son genotípicamente heroicos y por tanto no se duda de ellos (sólo Gimli tiene un momentillo así, pero es más por hacer el chiste) y ya se sabe que harán lo que haya que hacer sin pestañear.
Menos, claro, Eowyn, a la que también se le permite ser una heroína. Genial que necesite dos golpes para matar al Nazgul. Los otros, como son héroes de cuna, no hubiesen precisado más de uno. Ella es humana, aunque no hombre.
Legolas, que me encanta, sale poco. Pero cuando sale es espectacular.
Eso sí, no hay que despreciar que la película sea una maravilla visual. Qué bonitas son algunas escenas, qué hermosa es la ciudad de Minas Tirih, qué geniales los elefantes esos y el ejército fantasma.
Mis momentos preferidos:
Gandalf y Pippin hablando sobre la vida después de la muerte. Que, por cierto, se parece asombrosamente a la Comarca.
Sam y Frodo comentando aquellas cosas bonitas que recuerdan de la Comarca. Después de haber cumplido y sabiendo que van a morir, hablan de lo insustancial.
Elrond decidiendo que ya que la otra está encaprichada con el tipo éste, mejor ayudamos no nos vayan a matar al yerno.
Los cuatro hobbits sentados alrededor de una mesa mirándose. Puede que la Comarca no haya quedado destruida, pero definitivamente se ha desmoronado en sus corazones.
Hay mucho más que decir. Pero voy a repetirme: brillante.
Por cierto, hay una divertidísima parodia de la película. Me ha encantado.
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p class=»media»>[Estoy escuchando: «Got to Give It Up» de Thin Lizzy en el disco Black Rose: A Rock Legend]