Asimov ciencia ficción
La revista Asimov se ha publicado en España en varias ocasiones, con un empeño y unas ganas ciertamente dignos de elogio. Ahora, la joven editorial Robel se ha encargado de esta su más reciente encarnación. El editor ha tenido la amabilidad de enviarme un ejemplar del número uno (octubre 2003) y paso a comentarlo.
En primer lugar, debo decir que la factura de la revista es francamente impresionante. Está formada por cuadernillos cosidos. Dejo un momento para reflexionar sobre ese hecho. Hace tiempo que no veo un libro que esté formado por cuadernillos cosidos (de pronto me llegan recuerdos de mi lejana época de encuadernador de libros). De hecho, esos libros son casi desconocidos ya, así que imagínense la sorpresa de encontrarse una revista así. Además, tiene unas dimensiones ciertamente curiosas: 12 x 22 centímetros, bastante más alta de lo habitual.
Por lo demás, son 196 páginas sobre todo de cuentos. Un cambio agradable, porque en España las revistas de ciencia ficción tienden a hacer un poco de todo, por lo que es interesante encontrarse con una que prima ante todo los relatos. Hay pequeñas secciones de libros, cómics, dvds, reflexiones y cartas, pero no molestan.
La selección de cuento parece ser muy clásica, o al menos más clásica de lo que a mí me gustaría. O quizá es que, sabiamente, han jugado sobre seguro. Nombres como Jack Williamson, Ángel Torres Quesada, Stephen Baxter o Larry Niven son perfectamente reconocibles para cualquier lector de ciencia ficción. Incluso el tema de la columna de reflexión de Robert Silverberg (de las muchas que ha escrito) refleja una cierta preferencia por glorias algo pasadas: la new wave. ¿Eso no fue hace mucho tiempo?
Algo similar sucede con los nombres españoles. Domingo Santos, Ángel Torres Quesada, Miquel Barceló y Luis Vigil son personas valiosísimas que mejoran con su presencia cualquier publicación. Pero también parece forma una lista de sospechosos habituales. Tengo entendido, sin embargo, que el segundo número introduce más variedad en los nombres españoles.
No he tenido tiempo de leer todos los cuentos, así que me limitaré a comentar los tres que sí he tenido oportunidad:
«Antropología cuántica» de Liz Williams es una de esas historias sobre mecánica cuántica que los escritores que no saben nada de mecánica cuántica escriben cuando quieren escribir una historia sobre mecánica cuántica. La mecánica cuántica se usa como una especie de magia y si hubiese ido de hechizos, me hubiese gustado mucho más. Por lo demás, una cosita prescindible sin mayor interés.
«Nitrógeno Plus» de Jack Williamson es bastante mejor. Una space opera de corte más bien clásico (el hombre ya tiene sus años) que sin embargo se lee con fluidez y es muy agradable. No romperá ningún molde, pero es una aportación sólida.
«El sumidero frío» de Stephen Baxter es lo mejor hasta el momento. Stephen Baxter sabe combinar interesantes ideas científicas con interesantes problemas humanos. Una guerra de eones (el conflicto entre la vida bariónica y los pájaros de fotino), universos paralelos, refugiados cósmicos, termodinámica (me que no del todo bien traducida) y una historia personal que cuenta lo que podría ser la recompensa o el castigo final de un hombre. Excelente.
Por el momento, va conformándose como un buen primer número.
Actualización: Hay una web específica para la revista con información sobre suscripciones.