En todas partes cuecen habas

Sí, España no tiene la exclusiva de políticos tontos. O mejor dicho, de políticos a los que el interés de los ciudadanos les importa un testículo de ánade. Como muestra esta noticia: Los conservadores británicos recortarían partes de la BBC y en particular eliminarían su sitio web. La excusa suele ser el mismo argumento ultraliberal de siempre:

«But I am not persuaded that there is necessarily a case for a public service website. I’m not persuaded that anything on the BBC site could not be provided elsewhere, [for instance] the newspapers are mostly providing sites, which provide news and comment.

«They [the newspaper sites] are essentially trying to provide for the same market and therefore you can argue why does the licence fee payers need to be financing the BBC to do it when there are other commercial organisations who are doing the same thing.»

la lógica de que si ya lo hacen las empresas privadas no hay necesidad de una empresa pública que lo haga. Lo que olvidan estos políticos, sin embargo, es que el derecho a la información es un derecho vital en una democracia. El pueblo debe poder saber para poder decidir. Y por tanto, ese acceso se debe poder garantizar, y ¿qué mejor forma que con una empresa pública que lo haga?

El capitalismo es una fuerza tremendamente generadora de novedad. Pero también es una bestia insaciable que lo devoraría todo a su paso si se lo permitiesen. Por tanto, debe darse un equilibrio en todos los aspectos, y hay cuestiones en las que se precisa una presencia pública aunque eso no excluya una presencia privada y comercial.

[Estoy escuchando: «Raga Hemavati» de Pandit Hari Prasad Chaurasia en el disco Classical Flute]

—–

Continuar leyendoEn todas partes cuecen habas

El coste de un videojuegos

Parece ser que las empresas de videojuegos están preocupadas por las nuevas consolas. No, no las que se pueden comprar ahora mismo en las tiendas, sino las de nueva generación como la PlayStation 3 o su equivalente XBox. Verán, los juegos tendrán que ser más espectaculares para satisfacer a los clientes, pero simultáneamente tendrán que tener el mismo precio para que dichos clientes los compren. Y según este artículo, estamos hablando de entre 20 o 30 millones de dólares, y periodos de desarrollo de hasta 10 años por juego. Da un poco de vértigo.

[Estoy escuchando: «I Don’t Wanna Grow Up» de Ramones en el disco Anthology – Disc 2 of 2]

Continuar leyendoEl coste de un videojuegos

Coleccionable

Septiembre está casi sobre nosotros (lo que en Galicia significa que dará comienzo ese tiempo tenebroso, oscuro, frío y lluvioso que aquí llaman un invierno normal y que dura aproximadamente hasta finales de mayo) y por tanto los quioscos se inundan de coleccionables.

Recuerdo cuando era pequeño y los únicos coleccionables eran la consabida enciclopedia y el curso de inglés (por cierto, yo aprendí inglés con un curso de esos. De la BBC, para más señas). ¡Cómo han cambiado las cosas! ¡Cómo hemos avanzado! Ahora la llegada de septiembre no es el triste páramo de mi infancia sino toda una fiesta. ¡Cuánto ingenio se derrocha en esos coleccionables! Conchas, cascos militares de todas las épocas, soldados de plomo de las guerras del siglo viente, relojes de pulsera de colección, plumas, muñecas, mosaicos, obras de Julio Verne… Vamos, detallarlos todos sería como embarcarse en una de esas maravillosamente caóticas enumeraciones borgeanas.

Pues bien, mi exploración de hoy se saldó con la compra del primer número de voces del Jazz. Tres discos que están bien por muy poco dinero (en su día me hice enterita la colección de Blue Note y también la de Clásicos de Grecia y Roma). Pero he encontrado un coleccionable absolutamente maravilloso, estupendo, genial, que adoraría tener, poseer y atesorar:

Madelmans.

Madelmans de todo tipo, carácter y condición. ¡Cómo jugué con ellos cuando era pequeño! El Madelman buzo que vi hoy salía baratito, pero hice una cuenta rápida y la colección completa me salía por una fortuna. ¡Pero son tan geniales!

¿No habrá algún alma caritativa que me saque de mi sufrimiento y me suscriba a la colección? Vale, ya me lo suponía.

Por cierto, también se habla de coleccionables aquí y aquí.

[Estoy escuchando: «Close My Eyes» de Cowboy Junkies en el disco Open]

—–

Continuar leyendoColeccionable

Detalles

En un centro comercial de por aquí han instalado una de esas maquinistas que miden fascinantes detalles sobre tu persona. Curioso como soy por naturaleza, me subí a ella, metí mi dinero duramente ganado y éste es el resultado (con ropa y zapatos):

Peso: 78,7 kilos
Altura: 188 centímetros
Presión arterial:
   máxima sistólica: 121 mmHg
   mínima diastólica: 79 mmHg
   Pulsaciones por minuto: 83
Grasa corporal estimada:
   Índice de grasa: 15,5 %
   Masa de grasa: 12,1 kilo
   Masa sin grasa: 66,6 kilos

Aparentemente, mi peso normal debería estar entre los 70,7 y los 88 kilos. Aparentemente mi presión arterial es normal tirando a baja y el índice de grasa corporal debería estar entre 17 y 23 %, por lo que ando corto de grasa (ja). Lectura tomada el 27/08/2003 a las 17:03:50.

A continuación dice el papelito: «Esto no es un acto médico». Pero ciertamente parece un acto de fe.

Continuar leyendoDetalles