Spike
Spike es uno de los personajes más divertidos de Buffy cazavampiros. Primero, porque es malo maloso como el más malo. Vamos, más malo que la quina. Pero no es un malo solemne de los que hacen el mal por llamamiento del destino: Spike es simplemente amoral. Incluso cuando se vuelve bueno, es un bueno renuente que se resiste a cada paso del camino. Es también capaz de amar, y amaba profundamente a su vampira Drusilla, y ama sinceramente a Buffy ahora. Moralmente, se ha convertido en un personaje lleno de tonos de grises, más humano que vampiro. Curiosamente, posiblemente sea también el más inteligente de todos los integrantes de la panda y ciertamente es el que mayor ojo psicológico tiene. Él es, por ejemplo, el único que se da cuenta de que Willow está a punto de derrumbarse después de separarse de Oz, mientras los amigos de la muchacha piensan que lo está llevando bien. De hecho, es esa capacidad de penetración psicológica lo que le permitió matar a dos cazadoras, y contarle a Buffy con todo lujo de detalles por qué ella no ha corrido todavía la misma suerte.
Creo que lo de la perspicacia psicológica tiene su explicación. A Spike lo llaman también William el sanguinario, pero no por sus crímenes, sino por su vida mortal de poeta pusilánime: era tan mal poeta que todos decían que destrozaba los versos (Spike se vengó de los que de tal cosa le acusaban clavándoles en la cabeza una escarpia -«spike»- de ahí su nombre actual). Puede que Spike ya no tenga alma ni le lata el corazón, pero sigue teniendo su fondo de poeta (sanguinario, eso sí).
Como en casa somos muy devotos de Buffy y especialmente de Spike, Sara ha conseguido que le regalen una estatuilla del vampiro más cachondo del buffyverso, que, por cierto, se dice está inspirado en Sid Vicious. Lo hemos colocado, como se merece, en un lugar de honor en la biblioteca junto a Harry Potter.