Harry Potter y la cámara secreta
Me sorprendió descubrir que me gustó mucho más Harry Potter y la cámara de los secretos que la primera (que en realidad me resultó un poco aburrida), sobre todo considerando que recuerdo ese libro como el menos satisfactorio de los cuatro. Quizá se deba a que en esta ocasión no tienen que presentar a los personajes, algo que no se les dio nada bien, y pueden meterse en asunto directamente, ya en las primeras escenas. Sea como sea, las casi tres horas de metraje se me pasaron volando.
Por delante, que no consiguen reproducir la gracia de los libros con películas que alcancen el mismo nivel. Ni tampoco, elevar un poco el nivel de infantilización. Es decir, a pesar de sus sustos, monstruos y peligros, la película es más infantil que el libro. Pero hay que reconocerle que los efectos especiales han llegado hasta un punto en que pueden recrear sin problemas elementos mágicos. El mundo de las arañas, la aventura con el coche volador o el duelo de varitas son escenas dignas de ver y en ocasiones definitivamente deliciosas.
Incluso el clímax es mejor. Es más largo, el malo es decididamente amenazante y no se resuelve todo en un santiamén como en la primera. Incluso el otro malo, Lucius Malfoy, tiene presencia suficiente. Es más, en al menos una ocasión a Alan Rickman le dejan ser Severus Snape y se agradece. Y Kenneth Branagh se mofa espléndidamente de su imagen personal en Gilderoy Lockhart. Son momentos que se repiten con asombrosa frecuencia y que hicieron que la película me pasase volando.
De hecho, lo que me parece peor con diferencia es el niño actor que hace de Harry Potter. Es totalmente inexpresivo y verle hacer muescas es una tortura. Parece que durará sólo una película más, gracias.
Y otra detalle negativo. Resuelto el clímax, la película tarda muchísimo en terminar. Todos tienen que besarse, abrazarse decirse lo mucho que se quieren, felicitarse unos a otros y aplaudir, mientras Daniel Radcliffe ejercita una sucesión de muecas que pretenden dar a entender felicidad. Se aplaude mucho en este Harry Potter.