Otra razón para que te guste la Navidad

Durante la Navidad se puede ser consumista sin que nadie te mire mal y con la conciencia bien tranquila. De hecho, es prácticamente una exigencia de la fiesta. Si no se puede consumir miserablemente, hasta el fondo, dejando la cartera completamente vacía, la cuenta en rojos y las tarjetas más allá del límite, ¿para qué sirve la Navidad?

Ayer se lo comenté a un amigo y me dijo que hace falta ser muy egoísta para ser consumista. Sin embargo, los consumistas somos personas desprendidas, siempre dispuestas a comprar algo, a entregar dinero, casi por cualquier cosa. Lo que ganamos revierte casi de inmediato en la economía, ayudando a la creación de puestos de trabajos, al mantenimiento de las industrias y a la supervivencia de nuestro sistema de vida.

Y aún así, a pesar de esos múltiples actos de generosidad, te miran mal. Te consideran un enfermo o algo peor. Recuerdo una encuesta que nos hicieron en casa sobre el consumo. Todas las preguntas daban a entender que consumir era malo y que debías sentirte muy avergonzado de ello. Vaya una investigación seria.

En todo caso, alegría, siempre nos queda la Navidad.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Ana (visperas)

    Tienes mucha razón. Hay miles de motivos para que a uno le guste la Navidad, sin embargo últimamente da la sensación de que uno es más listo o más moderno o menos borrego si dice que no le gusta la Navidad. Pero yo me digo… ¿realmente es mejor ser un pesimista o un amargado para parecer más "progre" que vivir las cosas con ilusión?

    PD: ¡Me encanta la Navidad! Y al que no le guste… ¡Que no mire! Yo soy muy feliz así…

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