La película Señales y sus posibles interpretaciones
Ya comenté que fui a ver Señales, la película, y que me había gustado mucho. Mi amigo Xavier Riesco fue también a verla, por recomendación mía, y no le gustó nada. Pero no ha dudado en escribirme un correo contándome posibles interpretaciones de la cinta y claro yo no me resisto a reproducirlo:
1.-Versión Santo Tomás
Consiste en tomarse los contenidos literalmente y tal y como aparecen, como la prueba que le exigió el escéptico más famoso de la historia cristiana a la divinidad resucitada. Y lo siento pero no puedo evitar un poco de sarcasmo: pues va de unos alienígenas inescrutables y un tanto estúpidos que comienzan una escaramuza contra los seres humanos con predilección por los niños pequeños asmáticos, los ex- jugadores de béisbol borderlines y los ex- sacerdotes con crisis de fe por culpa de malvados paganos que estrellan sus furgonetas contra los coches de sus esposas. Por lo visto el objetivo de las hostilidades es obligar a Mel Gibson a volver a llevar alzacuellos, lo cual nos levaría inmediatamente a la explicación 3) de corte Junguiano. Esta explicación sólo contempla la película como la narración explícita de una amenaza exterior desde el punto de vista de varios personajes un tanto sonados y aislados que sobreviven gracias a los recursos internos que poseen, en la mejor tradición del la narrativa catástrofista. Después de la irrupción y destrucción de la amenaza, el mundo recupera su estado anterior como si fuera una telecomedia en la que el status quo es inalterable pase lo que pase, los elementos se alían entre sí para devolverlo al punto de partida.
2.-Versión Santo Job
Para probar la capacidad de fe de uno de sus fieles, que aparentemente la ha perdido, Dios se dedica a hacerle putadas al más puro estilo Job. Primero le mata a la mujer, luego sigue con los animales domésticos (el perro) y los cultivos (el trigo) y por último, en una especie de parodia del sacrificio de Abraham, va a por el hijo primogénito. Evidentemente las luces en el cielo y los seres que aparecen son ángeles (o sea, mensajeros) de la divinidad encargados de ejecutar sus órdenes y además poseen atributo típicos de éstos, como esa tendencia a la agresividad, a los despliegues de luces de colores, a visitar las casa a medianoche para dejar la marca en la puerta (como durante las plagas de Egipto, que si no iba a hacer una criatura de la huestes angélica rebuscando en los cubos de basura) para luego (en la mejor tradición de la Biblia) venir a buscar al primogénito. Ante la amenaza del sacrificio del primogénito, el pastor sin fe la recupera finalmente (o es que quizás, como Abraham, no la ha perdido del todo que es lo que todo el mundo está empeñado en demostrar) y Dios, complacido con la sumisión del interfecto, deja de molestar de una vez por todas al pobre mamón.
3.-Versión Jungiana
La primera impresión que tuvo Jung de la posible existencia de un Inconsciente Colectivo fue mediante la observación de símbolos repetidos en las obras de esquizofrénicos internados en hospitales mentales. Jung insinuó la posibilidad de que tales símbolos se hallaran fuertemente enraizados en la memoria colectiva de la especie y por tanto fueran universales. La aparición fortuita de un conjunto de tales símbolos (las señales en el campo de trigo), hecha o no por humanos, dispara automáticamente mecanismos en el inconsciente que viajan propagándose como ondas a través de mundo despertando poderosos arquetipos muy antiguos en muy diferentes partes del globo. Ya han señalado varios autores que los antiguos cuentos de Hadas han sido transformados en las sociedades tecnificadas por cuentos de extraterrestres casi con los mismos componentes (secuestro/abducción, relación sexual con lo no humano, rapto de niños y hostilidad arbitraria), los arquetipos que convocados de este modo pasan un tiempo adaptándose a las nuevas exigencias de la imaginería humana antes de presentarse investidos de forma por las nuevas variantes de los mismos terrores: lo desconocido bajo forma humanoide (como era el papel las hadas), lo extranjero (otra palabra para alienígena) y la personificación de fuerzas arbitrarias hostiles de la naturaleza. De hecho el color verde, la predilección por los campos de trigo y la ausencia del uso de herramientas reconocibles presenta una lejana conexión con las entidades naturales que antaño representaban, pero ahora completamente descontextualizadas por las nuevas psicosis colectivas. Incluso la insistencia de la niña en la contaminación del agua y el efecto nocivo de ésta sobre la criatura parece indicar que nos hayamos frente a un caso de este tipo: la irrupción de las antiguas fuerzas de la naturaleza personificadas derrotadas por el contacto con las herramientas del hombre (el bate de béisbol, que hace el papel del hierro) y sus obras contra la esencia de lo natural: el agua, evidentemente, contaminada, pero estamos demasiado disociados de la conexión con lo natural para darnos cuenta del hecho y tiene que ser la niña (un arquetipo que representa la inocencia) quien continuamente lo señale. Después del contacto con lo numinoso, los seres humanos recuperan parte de la esencia perdida, lo que explica la recuperación de la fe del sacerdote/chamán, cuyo papel antropológico es precisamente mediar entre las comunidades humanas y estas poderosas fuerzas que pueden ser desatadas por las rupturas de los tabúes impuestos, devolviendo al mundo por tanto parte de su status quo primigenio y restableciendo (parcialmente) el equilibrio de poderes.
4.- Versión Posmoderna
En una aproximación básica al fenómeno lingüístico, y por tanto, también al semiótico, la comunicación se establece entre emisor y receptor por medio de un canal que es capaz de transportar una serie de signos. El fundamento de la narrativa de la película es ese fenómeno pero en un caso especial. Aparece lo que puede ser un signo (no una señal) y por tanto todos los posibles receptores implicados trabajan continuamente sobre ello, pero no en descifrar el contenido semántico (que nunca se afirma que lo tenga explícitamente, sólo se ofrecen teorías acerca de la posibilidad de interpretación), sino en una tarea mucho más ardua que es la base de la película: la reconstrucción del emisor ignorado y (quizás) imposible. La naturaleza del signo no es importante, de hecho, de la misma manera que en la versión jungiana, su origen es irrelevante, lo que importa es que es interpretado como un signo cargado de significado y por tanto originado por un emisor desconocido al que los personajes intentan dotar de identidad mediante la acumulación gradual de pruebas (espurias) de su existencia siguiendo el mismo principio de adjudicar significación a todo tipo de accidentes semióticos. Es un caso deliberado de noise to signal, en el que se interpreta como ?signal? algo que no es mas que ?noise?, en vez del mucho más común y entrópico signal to noise. En vez de la destrucción del significado lo que obtenemos es la creación de uno a partir de un segmento de información indistinguible de ruido al azar. Una vez empezado el proceso, este resulta imposible de detener, mientras se le van sumando contenidos adicionales obtenidos decodificando del mismo modo arbitrario.
De esta manera, los procesos de inferencia por los que se crea la figura, la representación mental, del hipotético emisor dan como resultado un palimpsesto final basado en un muestreo completamente aleatorio del rudo que es el mundo. Desde un punto de vista cercano a la escuela deconstruccionista, los personajes se empeñan en leer el mundo como si fuera un texto asignando significado (porque así trabajan las mentes de los seres humanos) al susodicho ruido y sumando todas las partes que consideran relevantes producen (como un signo más producto de la adición de contenidos dispares) al hipotético emisor. En resumen, los personajes durante toda la narración crean a su extraterrestre particular basándose en las supuestas pistas que reciben. En ningún momento uno solo de los datos considerados relevantes lo es, pero más allá de cierto volumen crítico de información, el jodido bicho toma la forma que se le presume. Más aún, la importancia de la televisión demuestra que existe una intención previa de leer la supuesta acumulación de signos en una manera dada, cuando en un principio el mismo conjunto pudiera leerse de otra manera completamente diferente, como se demuestra en los puntos 2) y 3). Para empezar, la primera noticia de que no es un fenómeno local se produce en la India (la conexión es evidente, la posible patria de origen del causante del accidente que le cuesta la vida a la esposa del sacerdote), y es narrada en televisión. Más revelador aún es el hecho de las luces de ciudad de México, y su contrapartida diurna, cuando uno de los protagonistas sigue mirando la tele pese a la ausencia de signos empeñado en que la ausencia de signos es un signo en si mismo.
Luego la imagen del video de fiesta infantil, que sin aportar ningún dato válido (podría ser cualquier cosa, sobre todo porque uno sabe que pasan cosas muy raras en los pisos del tercer mundo todos los días) sigue insistiendo en la formación de una imagen coherente y comprensible por todos los espectadores (el proceso de lectura de ruido como señal). Y ya, por último, en uno de los más espectaculares golpes de genio de la narración, al final, cuando la presencia física de lo alienígena en el mismo espacio que los humanos parece innegable (después de la escena del sótano), el hecho es que la primera pista de tal presencia es presentada como una imagen reflejada en la pantalla de televisión. Si eso no es un eidolon en toda regla?