Primeras visitas

Hoy salimos del hotel y nos pusimos a recorrer Lanzarote. Primero fuimos en busca de mi sobrino, y luego de mi madre y los cinco nos fuimos primero al espléndido Jardín de Cactus.

Fui por primero y última vez hasta ahora hace unos años, poco después de que lo inaugurasen. Era muy interesante entonces, pero ahora, ya con algunos años a la espalda, es simplemente espectacular. Una magnífica estructura circular de piedra volcánica llena de especies y especies de cactus por todas partes.

Y por cierto, el Jardín de Cactus dispone también de una de las tiendas de regalos con diseño más original.

A continuación fuimos a los Jameos del Agua. Un enorme tubo volcánico que ha perdido la parte superior en algunas partes y donde habita el famoso cangrejo ciego (una escultura del mismo preside la entrada). Sara quedó especialmente impresionada por el aspecto catedralicio del conjunto. La verdad es que es realmente bonito.

Se vio frustrado nuestro intento de ir a la Cueva de los Verdes. Pero Canarias aparentemente tiene una ocupación total en estas fechas y hay turistas por todas partes. Como visitar la cueva hay que hacerlo en grupos y claramente teníamos varios por delante, nos decidimos por ir directamente al Mirador del Río. Quizá dejemos la Cueva de los Verdes para un próximo viaje. Viajar con niños es lo que tiene: si los tiempos de espera son muy largos, es mejor pasar.

El Mirador del Río ofrece una preciosa vista de la isla de la Graciosa. Está situado en el punto norte de la isla. Su interior algo laberíntico está formado por una serie de tubos blancos que contrastan con el paisaje exterior. La simplicidad del diseño sigue siendo efectiva, a pesar de los años que tiene.

Después hubo que pagar por todo. Es decir, los niños recibieron su recompensa y nos fuimos a un Aquapark para que se mojasen todo lo posible. Sí, hay muchas y bonitas playas en Lanzarote, pero los niños prefieren poder lanzarse por un tobogán.

Aun así, debo decir que el lugar es grande y acogedor, y ciertamente una familia pude pasar un buen día. Pero conseguimos arrancarlos de allí prometiéndoles cenar en Burger King. ¿Qué es peor? 🙂

He puesto algunas fotos.

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Harry Potter en latín

Leo en El Bloque que van a publicar los libros de Harry Potter en latín. La idea, sin embargo, no parece gustarles nada: «el latín está ligado a una cultura concreta y a una descripción de hechos muy nobles… que en absoluto son comparables a los conjuros de un niño repollo con gafitas».

Yo la verdad es que no le veo el problema. En primer lugar, porque no creo que haya que ser tan integristas con las lenguas, aunque se trate del latín. Y segundo, porque los chicos de la época que aprendían latín lo hacían en su propia cultura (que tampoco era exactamente la de los textos clásicos latinos) y los de nuestra época tienen que hacerlo inmersos en la suya propia. ¿Qué tiene de malo que Harry Potter anime al estudio del latín? Quién empieza así es posible que acabe interesado por Plinio, pero dudo mucho que sea habitual que un joven de hoy, o ya puestos cualquier persona normal, se sienta tan interesado por Plinio como para aprender latín y disfrutarlo en el original (como mucho hará lo que hago yo, leer los clásicos traducidos).

Habiendo sido profesor de instituto, y por tanto perfectamente consciente de lo difícil que es motivar a los alumnos, no puedo sino aplaudir semejante iniciativa. ¿No están traducidos al latín los cómics de Astérix y Obélix? Pues lo mismo.


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