Bien está lo que bien acaba: The Rise of Endymion, de Dan Simmons

Dan Simmons es más inteligente que todos sus críticos y consiguió engañarlos a todos, exceptuando quizá a su perspicaz editor español, con Endymion. Los comentarios habituales sobre esa novela eran que estaba por debajo de las dos primeras, que no se entendía nada y que nadie sabía por qué se molestaba en contar todo aquello (aparte de unas, más que justificadas, comparaciones con La guerra de la galaxias y Terminator, por mucho que le pese al citado editor español). Además, todo lo que sabíamos del mundo de la Hegemonía no servía para nada, todo había cambiado, nada era lo que creíamos y los que releyeron los dos primeros libros antes de leer Endymion perdieron el tiempo (aunque volvieron a disfrutar de dos magníficas novelas).

¡Ah, hombres y mujeres de poca fe! ¡Cómo pudimos desconfiar de él!

El más que probable ganador del Hugo de este año (con lo que la serie de Hyperion podría recibir premio por el primer y último libro de la saga) tenía más de un as en la manga, y talento más que suficiente para echarse el farol de apostar sin nada y ganar. Después de leer The Rise of Endymion no puede uno dejar de pensar que todo estaba concebido de antemano, que al empezar a escribir la primera línea del primer libro el autor ya sabía que todo era falso, que los últimos dos libros revelarían la verdad y que la misión de la Mesias no iba a ser tan evidente. Es imposible claro, pero está todo hecho con tal habilidad, todas las piezas encajan con tanta precisión, que uno de los placeres de la novela es ver cómo todo está tan bien pensado. Un ejemplo: la historia de Het Masteen no aparece en Hyperion, todo los peregrinos relatan la suya menos él, porque desaparece antes de poder hacerlo para reaparecer moribundo. Pero aquí está, en The Rise of Endymion, como reservada para el final, la historia de la Voz del Árbol y el verdadero sentido de la Yggdrasill. También descubrimos el origen del Tecnonúcleo, la verdadera naturaleza de los cruciformes y quién está realmente tras el rostro metálico del Alcaudón.

Pero aunque pueda parecerlo, The Rise of Endymion no viene a terminar la serie de Hyperion. Nada más lejos de la intención del autor. Viene a trascenderla. El resultado final es una novela que sin bien se ocupa circunstancialmente de explicar algunos de los misterios de los primero libros, realmente mina con cuidado y tranquilidad todos los aspectos de la serie. The Rise of Endymion amplía la imagen del universo y la Hegemonía, la humanidad, el Tecnonúcleo y el mismo Alcaudón no son sino aspectos diminutos de la realidad. Hay muchas más cosas, muchas más, en el cielo y en la Tierra de lo que soñábamos.

La novela comienza con un hecho curioso: la muerte del Papa. Resucita, por supuesto, y el lector hará bien en recordar que lleva dos cruciformes, y adopta el nombre de Urbano XVI. El nombre no es casual, porque inmediatamente declara la cruzada contra los Exters Mientras tanto, el Padre la Soya, desterrado a un lejano planeta, es reintegrado al servicio y se le envía a luchar contra los Exter. En medio de la guerra irá tomando conciencia lentamente del horror de la acciones de la iglesia. Y Aenea, la niña mesías hija del cíbrido Keast, después de un largo aprendizaje con Frank Lloyd Wright, se embarca en la misión final para extender su filosofía e intentar evitar el triunfo final de la Iglesia. O al menos, la Iglesia tal y como existe en ese mundo.
El mensaje de Aenea es bien simple: «elige de nuevo» y la ceremonia más simple aún: basta con beber, literalmente, su sangre. Esa sangre provoca en el sujeto que la bebe una sutil transubstanciación que le permite liberarse del cruciforme y así del control de la iglesia.

Pero Aenea es en el mejor de los casos una mesías renuente. Ella realmente lo que quiere es estar con Endymion y compartir su amor. Sabe perfectamente que tiene una misión que cumplir, pero esa misión no la distrae nunca de su verdadero objetivo. Puede que pretenda salvar a la humanidad por amor, pero ama a un hombre sobre todos.

Los lectores que esperen encontrar Hyperion, o incluso La caída de Hyperion, se sentirán defraudados. Un autor no tiene por qué escribir un mismo libro dos veces, aunque se trate de una gran novela, y eso lo tiene bien claro Dan Simmons. Los que esperen encontrar una buena novela de ciencia ficción, una de las mejores obras de su autor, no se sentirán sin embargo defraudados. Tenemos aquí a un Simmons que escribe como no había escrito en años, y los años de experiencia no han pasado en vano y estamos ante una novela narrada con más convicción, habilidad y claridad que las anteriores. El resultado es una de esas space operasapasionantes que en lugar de reducir las dimensiones del universo las amplía y también una reflexión sobre la religión, lo que representa pertenecer a un grupo opresor, aunque ese grupo puede realmente dar la inmortalidad, y lo que representa poder liberarse hacia otra espiritualidad.
Pero ante todo, The Rise of Endymion, como muchas grandes novelas, es una historia de amor, un amor que comenzó siglos antes del nacimientos de sus protagonistas y que sólo podrá consumarse más allá de la muerte de los mismo. Raul y Aenea son pobres personas que se aman pero a las que ha arrollado la historia. Lo dicho, bien está lo que bien acaba.

Publicado en BEM 62 (abril-mayo, 1998)

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